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Ballet Contémpora, Inc.

Coppelia.

Coppelia. Ballet Contempora, Inc.; te invita a disfrutar en este mes de diciembre del Ballet "Coppelia".

11 de diciembre en la Sala Restauracion del Gran Teatro del Cibao, 8:30 p.m.

Coppelia.

Acto I. La Plaza de la Aldea.

En el pintoresco paisaje que rodea a la plaza principal del pueblo, se destacauna casa misteriosa. En ella habita el Dr. Coppelius, personaje extravagante, rara combinación de científico y mago, objeto de curiosidad y burla por parte de los aldeanos.

A su balcón asoma una bella adolescente, impasible lectora, llamada por todos Coppelia.

La joven Swanilda llega bailando ante la casa del Dr. Coppelius y trata de llamar la atención de Coppelia, quien permanece seria e inmóvil, los habitantes de la aldea creen que esta extraña muchacha es hija del viejo artesano-mago y no es otra cosa que la másprodigiosa autómata concebida por su genio.

Su notable perfección atrae la mirada del ingenuo Franz y lo impulsa a su conquista, éste ignora que sus galanterías son observadas por su novia Swanilda, que sale de su escondite persiguiendo una mariposa, Franz la atrapa y la clava en su solapa, la joven le reprocha este gesto y le recrimina su interés por Coppelia.

La riña de los novios es interrumpida por los aldeanos. El Alcalde del pueblo llega a la plaza anunciando la promesa del señor de la comarca de entregar una rica dote a las jóvenes que hubieran de contraer nupcias en esta ocasión.

Siguiendo una antigua tradición Swanilda recibe una espiga de trigo, si vibra al ser agitada indicaría boda cercana y amor fiel. Celosa Swanilda baila con sus amigas y Franz danza con otra joven las Czardas, su prometida enojada se aleja acompañada de sus amigas.

La plaza queda luego vacía y los amigos de Franz proyectan burlarse del Dr. Coppelius, quien sale de su casa. El anciano molesto por las travesuras pone en fuga a los jóvenes, dejando caer distraídamente una llave. Swanilda y sus amigas la encuentran y movidas por la curiosidad, entran a la casa.

Regresa Coppelius, buscando afanosamente la llave y descubre la puerta abierta de su casa y se precipita adentro furioso. En tanto Franz, creyendo lejos al Dr. Coppelius, se introduce en la casa por la ventana, empenado en la conquista de Coppelia.
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Acto II. Interior de la casa del Dr. Coppelius.

Las muchachas entran furtivamente a la tenebrosa casa del Dr. Coppelius, quienes avanzan atemorizadas por el silencio y penumbra del recinto.

Sorpresivamente los muñecos inventados por el Dr. Coppelius cobran movimiento. Alentadas por el descubrimiento, las jóvenes revisan la casa hasta descubrir tras un armario, a la hermosa Coppelia, imperturbable en su lectura. Swanilda se acerca y se sorprende al ver que la niña no responde a sus saludos; ella no parpadea ni respira, descubriendo que sólo es una muñeca mecánica.

En medio de la algarabía Coppelius irrumpe furioso y expulsa a las intrusas, excepto Swanilda que logra ocultarse en el balcon de Coppelia ocupando su lugar; en la ventana se observa la silueta de Franz y sorprendido por el indignado viejo, le confiesa que ama a su "hija" Coppelia y que desea casarse con ella.

Iluminado por una idea, Coppelius se finge cordial y hace beber a su huésped un licor narcotizado; Franz cae sin sentido y el Dr. trae a su muñeca (Swanilda en realidad) y consulta a un antiguo libro de magia y alquimia, para transferir la vitalidad del joven a su amada Coppelia. Swanilda secunda las operaciones y finge pasar gradualmente desde el movimiento mecánico a una radiante vitalidad humana.

Ante Coppelius, encantado y alegre, ejecuta dos brillantes danzas (española y escocesa), tras la llegada de la Aurora y cansada del juego, pone caprichosamente todo su laboratorio en desorden y despierta a Franz, quien al recuperar el conocimiento, reconoce a su novia tras la imagen de Coppelia y comprende su auténtico amor.

Los dos jóvenes se van felizmente reunidos, mientras que Coppelius queda sin consuelo abrazando tristemente a su muñeca.
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Acto III

En la plaza del pueblo se preparan para celebrar las bodas de Swanilda y Franz,tras la llegada de la pareja se presenta el Dr. Coppelius exigiendo justicia. Arrepentidos, los jóvenes le ofrecen su dote para compensar los daños sufridos en su laboratorio, pero el Alcalde del Pueblo le entrega una magnífica bolsa repleta de monedas de oro, lo cual conforma al anciano.

El pueblo celebra felizmente la boda con una magnifica fiesta.

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